Cubre esta niebla
del espacio, con la insolencia
dulce y parsimoniosa
de las cosas secretas.
Así la magia
envuelve de misterio la vida
y la obra, y el
tiempo calla.
Los adoquines
húmedos cantan esa canción cómplice.
La de los amantes,
la de las brujas desconocidas,
la de ciudades
dormidas de parajes inéditos y selváticos.
Puedes imaginar
bosques con las raíces inconscientes
nutriéndose bajo
el asfalto.
O cuentos de hadas
inexistentes que sueñan la vida.
Sonríes porque te
disfraz de repente un pedazo de infinito
hecho de
minúsculas gotas de nube.
Curioso poema.Besicos
ResponEliminaTe agradezco tu vista y aportacion en bloc
Eliminacuidate mucho
Hola Anna. Precioso. Es un placer leerte. Abrazos
ResponEliminaGracias tu vista y aportacion
Eliminacuidate mucho
Cada paisa promoviendo diversas lecturas. Un abrazo
ResponEliminaTe agradezco tu vista como siempre es bien recidiva
Eliminacuidate mucho