¡Madre!…
Tú que me enterraste
a la sombra de este mundo,
dejando en mi corazón un profundo vacío
y condenándome a un eterno aislamiento.
Tú que me lanzaste a la soledad del olvido,
y a vivir en la oscuridad de la vida,
donde reina la implacable crueldad.
No quisiste que sea una más de tu hijas
ni que tu voz en la oscuridad me oriente.
No entiendo porque me abandonaste
como si yo para ti no fuese nadie.
Me trajiste al mundo sólo para sufrir
tu indiferencia.
Sólo puedo decirte que llegará el día
de mi recompensa por tanto daño sufrido
por vosotros.
Ya no podréis maltratarme más.
Yo limpiaré la basura de mi mundo
que he logrado construir sin vosotros,
y no seré crucificado por segunda ocasión
No sé si tú de mi tendrás
algún día mi perdón .
Porque el castigo que yo he sufrido
con tanta furia, nadie lo merece.
Me dejasteis desnudo y sin sueños que alcanzar
lleno de tristeza, soledad ,angustia y desesperación