Mis miedos no se mueren, mis penas se entumecen,
estoy como amarrado, no puedo moverme.
El cuerpo creo que mejora, pero el alma se deseca.
Quieren curarme, pero mis ansias desfallecen.
Es tan difícil padecer enfermedad y tristeza,
y creo que me convierto en esas imágenes perdidas.
Pero las comprendo, porque yo no quiero dejar esta vida,
tenia ilusiones y proyectos, tantas esperanzas.
Decidiré, si es que puedo decidir, permanecer
en este mundo donde mi dolor no desaparecerá.
Porque tengo mucho que dejar, y nada que perder,
porque se que de mi vida, algo aún puedo regalar.
1998