Ahora que la alegría se me instala,
que puedo dormir en paz,
y ver mis ojos que han dejado de llorar.
Ahora, que la soledad y la tristeza,
se han desvanecido de mi vida.
Aunque mi seguridad se diluya o tiemble,
mi espíritu me hace avanzar,
como a un perro aterido y hambriento.
Ahora que la libertad se me instala,
quiero gritar al viento.
Aunque no me escuche nadie.
Ahora que mi seguridad se me instala,
me dispongo a vivir mi vida.
La que me arrebataron.
Sin miedo de perder, porque no tengo nada.
Ahora que mi ilusión se me instala,
no quiero volver a perderla.
Seré fuerte, ni un solo pensamiento ni recuerdo,
por pequeño que sea en mi
mente.
Me pregunto quién me ha dado esa fuerza,
la valentía se me instala en el corazón.