Yo mismo soy mí mismo frío;
mi misma soledad me abriga,
soy el mismo calor del
infierno
y también el frío cielo.
Soy mí mismo cansancio,
mi misma eternidad,
soy mi propia ansiedad,
desconsuelo y soledad,
mi mismo tiempo vacío.
Soy mí mismo olvido,
mi misma ignorancia,
soy estérica y paranoica,
que poco a poco finiquito,
tal vez no soy indecisa.
Camino descalza, sin calor
camino en arrapos, sin
cuidado
camino con miedo, sin valor
esperando alguien a mi lado.
No me veo de cerca, no noto mi
existencia,
no sé si es humildad e
inocencia en mi mirada,
pero quiero tu perfecta
presencia.
Odio estar sola y la brisa
hostiga,
pero es ironía y de eso me
río.
Uno mismo conserva todo. Y uno es también ese ser que a veces se nos hace extraño.
ResponEliminaBuen poema. Un abrazo
Muchas gracias.
EliminaMe alegra que vuelvas por el blog.
Besos
Tristes y bellos versos.....la soledad no deseada es odiosa.Besicos
ResponEliminaSi realmente
EliminaGracias por pasar de nuevo por el blog.
Besos
Tristes,mas belos!
ResponEliminaBeijo
Gracias.
EliminaBesos
Um poema cheio de melancolia a pôr a descoberto as nossas contradições. Gostei muito.
ResponEliminaUma boa semana.
Um beijo.