Hoy me he vuelto
a derrumbar,
me siento solo y
perdido.
Yo mismo soy mí
mismo frío;
mi misma soledad
me abriga.
Yo mismo soy mí
mismo fuego,
mi mismo corazón
me empuja.
El miedo me ha
dejado bien atado,
junto al dolor
de cualquier tiempo pasado.
Y los que
quieran caminar conmigo, que me sigan.
Soy sujeto omiso
de mi vida,
que a mí misma
vida condena.
Mi misma boca me
encadena,
a besar con odio
mi desdicha.
Soy astilla
perdida en mil ramas,
por el filo del
hacha traicionera.
El polvo de mi
tiempo desespera,
dentro del reloj
de arena.
Destierro cruel tiene
el hombre solo,
el que solo
tiene su pena.