Es lo que tengo, lo que poseo
para poder seguir viviendo.
Lo vendo para seguir pagando un piso
que no tengo y una comida que
no podre saborear.
Vendo mi vida,
para la de mis hijos salvar.
Vendo mi alma,
y todos mis recuerdos.
Vendo mi corazón
y todos mis sentimientos.
Vendo mi cuerpo,
débil, cansado de luchar
contra un poder sin corazón
ni alma, que solo se mueve
al son del dinero.
Vendo todo lo que soy,
todo lo que soy y tengo.
Vende las tristezas, vende las lágrimas, tira por la ventana los suspiros, pero no desfallezcas.
ResponEliminaUn abrazo.
Muchas gracias
EliminaBesos
UN poema doloroso. Un abrazo. carlos
ResponEliminaMuchas gracias por tu aportacio y vista en el blog
ResponEliminacuidate mucho
Besos