Se echó mi corazón.
Noche tras noche
gime calladamente tu reproche
y sufre injustamente tu destierro.
Allí está. Nada importa que lo aparte
tu pie pequeño y cruel.
Allí, en la sombra,
calla el grito de amor con que te nombra, para no
despertarte.
Noche tras noche, hasta que llega el día, gime tu reproche y
sufre tu destierro.
Tú no lo sabes, nadie lo sabría.
Y a los pies, como un perro,
mi corazón espera todavía.
que bello poema
ResponEliminaun abrazo!
EliminaGracias Carlos
Te agradezco tu visita y aportacion.
Besos
Me pareció muy triste, pero a veces los poema tristes son los que denotan mayor poesía.
ResponEliminaUn abrazo
Hola anna.. Duro y desgarrador, un grito en la soledad de la noche..
ResponEliminaUna abraçada..
EliminaGracias guapo
Te agradezco tu visita y aportacion.
Besos
Un corazón que ama no se cansa de esperar.Besicos
ResponElimina
EliminaGracias Charo
Te agradezco tu visita y aportacion.
Besos
Fantástico poema:))
ResponEliminaO nosso amigo Gil António, diz :- Amar-te na tua essência de mulher
Bjos
Votos de uma óptima Quinta - Feira