EL SILENCIO

El silencio fue testigo de mis sufrimientos,

para reprimir mis ansias de buscarte,

de encontrarte y besarte,

tantas noches pensé llamarte o en escribirte,

pensé que sería un aliciente de no tenerte.

Cuando juntos caminamos por el bosque,

hechizando, hermoso floreciente,  

cuando te sentía perdia hasta la mente,

cuando me tocabas parecía demente.

Quizás lo fueron esas noches

que corrí hacía nuestro favorito restaurante

que fue testigo de ese amor tan breve.

El silencio y los recuerdos tienen alislado de mi presente

con el tiempo de cofrade,

sin duda el silencio es mejor cómplice

que los recuerdos de mi vida latente.