1
Amiga fiel,
incansable
con cada latido de
mi corazón,
teje un pilar de
su poncho.
El mismo con el que
me abrigará
el día cuando todo
esté listo.
El día en que
partamos, para no regresar.
2
Besa,
yo comparto tus
antojos
Más no hagas mi
boca presa
Bésame quedo en
los ojos.
No me hables de
los hechizos.
De tus besos en el
cuello...
Para tu mismo
oportuno,
Si tus ojos son
palabras,
Me darán, uno por
uno,
Los pensamientos
que labras.
3
Tu agonía en la
mía
logrará ser más
fuerte
que el agosto y
teñir con su sangre
ese desesperado
último aliento,
cerrar el grito
que nos lanzan desde el color marchito
que casi envuelto
en oro amenaza irremediablemente sus corolas.
4
Cuando haya
muerto,
llórame tan sólo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al
mundo de mi fuga del mundo vil hacia el gusano infame.
Pero si acaso
miras estos versos cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi
pobre nombre digas y que tu amor conmigo se marchite,
para que el sabio
en tu llorar no indague y se burle de ti por el ausente.
5
Sus ojos que canté
amorosamente,
su cuerpo hermoso
que adoré constante,
y que vivir me
hiciera tan distante de mí mismo,
y huyendo de la
gente,
Su cabellera de
oro reluciente,
la risa de su
angélico semblante
que hizo la tierra
al cielo semejante,
¡poco polvo son ya
que nada siente!
6
La belleza y la
muerte son dos cosas profundas,
con tal parte de
sombra y de azul
que diríjanse dos
hermanas terribles a la par que fecundas,
con el mismo
secreto, con idéntico enigma.
Oh, mujeres, oh
voces, oh miradas, cabellos, trenzas rubias,
brillad, yo me
muero, tened luz,
amor, sed las
perlas que el mar mezcla a sus aguas,
aves hechas de luz
en los bosques sombríos.
7
Me dejaré morir en
tu silencio,
que de noche me
diste de comer los frutos del cerezo
en tu alcoba de
sombras sangrantes de perfume y nada más deseo.
8
Qué ruido tan
triste
el que hacen dos
cuerpos cuando se aman,
parece como el
viento que se mece en otoño
sobre adolescentes
mutilados,
mientras las manos
llueven,
manos ligeras,
manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos
que fueron un día flores
en el jardín de un
diminuto bolsillo.
14
Mi corazón es
angustia, y lágrimas caen de mis ojos;
Hace largo, largo
tiempo que la alegría me es extraña:
Olvidado y sin
amigos soporto mil montañas,
Sin una voz dulce
que suene en mis oídos.
15
A la Muerte.
Si dentro de mi
corazón hay hastío,
Si la llama de la
poesía
Y el fuego del
amor se hace frío,
Lacera mi carne
sin cortesía
16
A la Soledad.
Si contigo debo
vivir,
Que no sea en el
desordenado sufrir
De turbias y
sombrías moradas,
Subamos juntos la
escalera empinada;
y sin duda debe
ser El mayor gozo de la humanidad,
Soñar que tu raza
pueda sufrir
Por dos espíritus
que juntos deciden huir.
17
A menudo, en las
más concurridas calles del mundo,
En los más
estruendosos conflictos,
Se levanta un deseo
inexplicable
Después del
conocimiento de nuestra vida enterrada;
18
Espíritu sin
nombre, indefinible esencia,
yo vivo con la
vida sin formas de la idea
Yo ondulo con los
átomos del humo que se eleva
y al cielo lento
sube en espiral inmensa.
Yo busco de los
siglos las ya borradas huellas
y sé de esos
imperios de que ni el nombre queda.
Yo sé de esas
regiones a donde el rumor no llega,
y donde informes astros de vida un soplo
esperan.
Yo soy sobre el
abismo el puente que atraviesa,
yo soy la ignota
escala que el cielo une a la tierra.
Yo soy el
invisible anillo que sujeta el mundo
de la forma al
mundo de la idea.
Yo en fin soy ese
espíritu, desconocida esencia,
perfume misterioso
del que es vaso el poeta.
Me encanta:
ResponEliminaMe dejare morir en tu silencio
besos
Gracias Manolo
EliminaPor tu aportación
Besos
Hola Anna.. Tots molt bons, curts i precisos.. No se massa be quin escollir, potser em quedo am l'ultim..
ResponEliminaUna abraçada..
Gracies Llorenç per tornar per el blog
EliminaPetons
¡Hermosos poemas, te felicito! Te mando un abrazo gigante.
ResponEliminaMuchas gracias amiga espero verte de nuevo por aqui
EliminaBesos
Un periplo existencia estos versos. Se siente la vida, desde el vivir, con amor o sin amor, desprecio o aceptación.Qué bien miras la vida por dentro y afuera del coleto humano. Un abrazo. carlos
ResponEliminaGracias Carlos agradezco mucho tu aportacion.
ResponEliminaBesos