Espíritu
sin nombre, indefinible esencia,
yo
vivo con la vida sin formas de la idea.
Yo
nado en el vacío, palpito entre
las sombras
y floto con las nieblas.
y floto con las nieblas.
Yo
soy el fleco de oro de la lejana estrella,
yo
soy de la alta luna la luz tibia y serena.
Yo
soy la ardiente nube que en el ocaso ondea,
yo
soy del astro errante la luminosa estela.
Yo
soy nieve en las cumbres, soy fuego en las arenas,
azul
onda en los mares, y espuma en las riberas.
En
el laúd soy nota, perfume en la violeta, fugaz
llama
en las tumbas y en las ruinas yedra.
Yo
atrueno en el torrente y silbo en la centella,
y
ciego en el relámpago y rujo en la tormenta.
Yo
río en los alcores, susurro en la alta yerba,
suspiro
en la onda pura y lloro en la hoja seca.
me
mezclo entre los árboles del cristalino arroyo
Yo
sigo en raudo vértigo y mi pupila abarca
a
do un rumor no llega, de vida un soplo esperan.
Preciosos los versos de ese ESPÍRITU.Besicos
ResponEliminaGracias por regresar por el blog y dejar tu huella en el y fidelidad.
EliminaBesos
Me absorbe tu poema en la esencia y naturaleza del poeta, ubicuo y omnisciente. Un abrazo. carlos
ResponEliminaGracias Calos me alegra que te guste lo que escribo todo lo que sea por vosotdos.
EliminaBesos