INJUSTA

Por definición es destino,

de algunos que nadie merece.

Es intempestiva y traicionera,

es inoportuna y caprichosa.

Ladrona sigilosa que nos entra a la vida

sin siquiera avisar, ni anunciar,

la dolorosa dolencia que todavía no alcanza a curar,

ni tan siquiera con placebos aliviar.

Eres tirana con la que luchar,

mantener costumbres y rutinas,

con inmenso esfuerzo adicional.

Eres asesina de sueños, de la esperanza de sanar,

que con sufrimiento y dolor nos crucificas hasta el final

eres verdugo letal.

Invasora de hogares,

catadora inacabable de la fuerza

y resistencia de nuestros pilares.

Torturadora que carcome la energía vital

y el alma desangras, gota a gota, día a día.

Malévola que contagia, sin contagiar,

únicamente espíritu de resistencia

sin otras armas para batallar.

Imborrable marcadora de surcos imposibles de desdibujar,

del que estoicamente soporta,

y de aquel que con locura impotente acompaña el malestar.

Maldita enfermedad,

es tu lento caminar viento huracanado que asola todo al pasar,

la sonrisa, pasión, alegría y, en ocasiones, hasta el deseo de respirar.