Me duele el corazón y el cuerpo. La memoria, el tiempo. Me duelen los recuerdos. Me duele la sangre. Me duele las heridas, la rabia de la lucha, de ausencias, de desprecios. Me duelen los sueños rotos, despedazados, derrumbados e ignorados por ellos. Me duelen las piedras que tiraron en mil alma, en mi corazón. Me duele que me digan inútil después de hacer tantas cosas. Me duele la vida, de mi vida vacía, escarchada, derrumbrada, corroída. Me duelen mis ojos tristes de tanto llanto seco, del silencio oscuro, de las voces claras, que se clavan en mi cerebro.